Hace una semana, Gucci fue noticia. Los medios de comunicación desde Today a CNN aplaudieron y animaron la protesta silenciosa de una modelo durante el show SS 20 de Gucci en la Semana de la Moda de Milán. Cuando se encendieron las luces fluorescentes de la pista y comenzó a sonar el desconcertante zumbido de una banda sonora, los modelos flotaron por una cinta transportadora con ropas rígidas y blancas compuestas de hebillas y ataduras. El parecido a los trajes de fuerza fue el catalizador para la indignación de la modelo Ayesha Tan-Jone que decidió mostrar las palabras «LA SALUD MENTAL NO ES MODA» en la palma de sus manos.
La famosa imagen con las manos en alto se expandió como un reguero de pólvora y su mensaje enfureció a la comunidad criticando a la casa Gucci por su insensibilidad y crueldad.
Este reciente suceso plantea un importante tema de discusión: ¿qué está permitido en la moda y dónde está el libro de sus reglas? La controversia no es algo nuevo en este mundo y estas, parecen sucederse cada año desde el inicio de las pasarelas. Las protestas han sido constantes y apuntan a un espectro de diseñadores que van desde el show «Highland Rape» FW 95 de Alexander Mcqueen hasta el SS 20 “Homeless Couture” de John Galliano.
Una característica en común entre todos ellos es la malinterpretación del significado de sus colecciones; por ejemplo, McQueen usó la violación para referirse a la extorsión de Escocia a Inglaterra, mientras que en nuestro ejemplo más reciente, el diseñador creativo de Gucci, Alessandro Michele, declaró que usó las piezas de fuerza para representar cómo la sociedad trata de restringir la individualidad en favor de la conformidad… no es una referencia a la industria de la salud mental.
Independientemente del significado que hay detrás del concepto de una colección, puede ser peligroso «cancelar» a una casa de moda cada vez que se sienta que sus colecciones son ofensivas; aunque pueda ser visto como una cruzada, en realidad se está limitando la expresión creativa de todos los aspirantes a diseñadores y propagando la plaga de la mediocridad que irónicamente Michele estaba tratando de criticar en su show.
Aunque esté argumentando que, creativamente, todo está permitido en la moda, definitivamente existe una línea que no debería cruzarse. Sería deshonesto por mi parte decir que nunca he encontrado un producto o colección desagradable o irrespetuoso. Sin embargo, el problema fundamental con esta línea imaginaria es que es imposible de ubicar objetivamente, la longitud y ancho de los límites que quedan definidos por el individuo.
Al otro lado tenemos el caso de la marca llamada B.stroy, que lanzó en su colección una línea de sudaderas cubiertas con agujeros de bala sobre los nombres de las escuelas que fueron objeto de tiroteos en los EE. UU. Para contrastar esto con el incidente de Gucci, estas sudaderas buscan hacer ruido en base a trágicos eventos en busca del ruido de los medios y las ventas. Hay una falta de diseño, visión creativa y, en última instancia, de respeto por las familias en duelo por la perdida.
A pesar de mi rechazo por esta marca B.stroy, no haría una declaración general de que los genocidios o las tragedias no pueden ser representados o utilizados como influencia para una colección. Creo que los sucesos polémicos deben considerarse caso por caso y siempre como una forma de arte y que resida en el individuo decidir si es bueno o malo.
La moda es un medio de expresión análogo al cine, la televisión, la literatura, el baile, la pintura e incluso la comedia. Desafortunadamente, hay un mayor énfasis en que sea palpable para el público, posiblemente debido a la noción de que es un producto comercializable. Esto es un punto difícil, ya que sin una completa libertad creativa, la evolución no puede tener lugar y nos podemos encontrar atrapados con diseñadores que prefieren mimetizarse con lo aburrido que arriesgarse y destacar sobre el resto.
Todo es moda y la moda lo es todo. Así que, antes de escribir un comentario en Twitter sobre cómo un diseñador se está apropiando de una cultura, o difundiendo un hashtag para cancelar una marca por retratar un tema delicado, haga una pausa y analice sus intenciones: ¿Está usted haciendo libre al mundo de la moda o restringiéndolo?
Written por Oliver Leone de @yourfashionarchive
