Una década después del trágico suceso, el legado de MacQueen permanece más vivo que nunca. Su universo supone uno de los mayores hitos de la moda de comienzos del SXXI, tanto a nivel formal como conceptual.
En 1992 se graduaba en la prestigiosa universidad de Saint Martins bajo su colección “Jack The Ripper Stalks His Victims”. Esta hacía referencia a los asesinatos acontecidos en Whitechapel alrededor de 1880 por el asesino en serie Jack El Destripador. MacQueen tomaría elementos autobiográficos para el desarrollo conceptual, comentando que un antepasado suyo era dueño de una posada cuyos huéspedes fueron asesinados. La colección mostraba un romance grotesco y retorcido, tan alejado de las pasarelas de entonces, que cautivó a la estilista Isabella Blow, quien compró la colección por un total de 5000£, convirtiéndose en mentora y amiga de este.
El punto más disruptivo de la colección, consiste en la confección de las etiquetas. MacQueen se cortó numerosos mechones de pelo, que encapsuló en un plástico denominado Perspex y cosió junto a su nombre; haciendo referencia a la Era Victoriana, donde era frecuente regalar joyas con pelos del amante, que comúnmente se compraban a prostitutas.
Escrito por Gio Navarre