Walter Van Beirendonck es un diseñador de Bélgica nacido en 1957. Es uno de los miembros del famoso grupo denominado «Los Seis de Amberes» o «Antwerp Six«, ya que finalizó sus estudios a la vez que sus otros integrantes. Por su taller han pasado grandes personalidades como Craig Green, Raf Simons o Bernhard Willhelm.
No fue hasta 1982 cuando empezó a diseñar sus primeras colecciones, que poco a poco se han ido caracterizando por tener un sentido del humor muy profundo cargado de crítica social. En cuanto a sus inspiraciones, Walter quedó fascinado cuando vió por primera vez a David Bowie, así que este cantante marcó el futuro del diseñador. Fue tanta su admiración por Bowie que llegó a rendirle un homenaje en su desfile de AW13, dónde confeccionó americanas con el famoso rayo del cantante..
De 1993 a 1999, Walter diseñó colecciones bajo su firma «W & LT«, acrónimo de «Wild and Lethal Trash». Esta marca fue una de las primeras en disponer de una página web y gracias a su alto contenido gráfico tuvo una gran acogida por el público de Japón. No olvidarnos de la creación de Puk-Puk, mascota de la marca.
En cuanto a las pasarelas, Walter Van Beirendonck quiere contar una historia en cada una de ellas. Por ejemplo, en la colección SS15, de nombre «Whambam», mostró las dos caras del mundo. Por una parte, mostró la belleza del mundo y la bondad de las personas y la naturaleza y, por otra parte, quiso concienciar al espectador sobre la contaminación, las guerras y la destrucción de la vida debido a las acciones violentas de los seres humanos..
Además de su capacidad para producir colecciones de alta gama, él cree que entre sus objetivos esta, sin duda alguna, el de concienciar a la población sobre ciertos desastres, la mayoría de ellos creados por la especie humana. Uno de los mensajes más potentes que ha lanzado a las pasarelas fue el de la FW15 en la Paris Fashion Week. En esta colección mostró unas prendas con la frase «Dejad de aterrorizar nuestro mundo» o «Stop terrorising our world», haciendo referencia al atentado en las oficinas de Charlie Hebdo que tuvo lugar en la capital poco antes de la Fashion Week.
Escrito por William Sunka
