Estamos ante uno de los mejores estilismos para un personaje en el cine. Y es que el objetivo de un buen look en la gran pantalla es el de representar de la mejor manera posible el alma del personaje.
Brad Pitt encarna en el “Club de la lucha” a Tyler Durden, un comercial de jabones al que la vida le da igual y quiere destruirlo todo. Y que mejor manera para representarle, que looks rocambolescos que expresen el estilo “I dont give a fuck” de la mejor manera.
Este personaje combina estilos de lo más excéntricos pero con grandes pinceladas de buen gusto. Chaquetas de cuero rojas, abrigos de pelo, tank tops y camisetas ajustadas que parecen sacadas del universo Gaultier. Todo ello combinado con pantalones de traje holgados y mocasines en piel de cocodrilo o botas.
No me cabe duda de que muchos diseñadores de hoy en día hayan tomado referencia de este personaje que rompe todas las “reglas” de la moda, pero que gracias a esta experimentación, consigue combinaciones maravillosas. En cierta manera, me recuerda al estilo thrift de Shia LaBeouf y los mix de estilos que solo él puede sacar.
Escrito por Adrián Lorca